Care Garnacha Blanca Nativa
Variedad
El Care Garnacha Blanca Nativa es una auténtica expresión de la Garnacha Blanca 100%. De hecho, esta variedad de uva prospera en los terruños aragoneses. Al igual que su contraparte tinta, este vino blanco proviene de viñedos con más de 50 años. Además, están ubicados en la prestigiosa Denominación de Origen Protegida Cariñena.
Estos viñedos se encuentran entre 600 y 800 metros de altitud, en un clima continental mediterráneo. La escasa lluvia, menos de 250 litros anuales, y los suelos rocosos y pobres, exigen un esfuerzo constante a las cepas. Por lo tanto, esto concentra los aromas y la complejidad en cada grano de uva. El Cierzo, además, ayuda a mantener la uva sana y contribuye a una maduración lenta y perfecta. Así, se preserva la frescura y acidez del vino.
Elaboración
La elaboración del Care Garnacha Blanca Nativa busca resaltar la pureza y elegancia de la Garnacha Blanca. El mosto se obtiene mediante un sangrado tras una maceración en frío con los hollejos. Posteriormente, la fermentación alcohólica se realiza en depósitos de acero inoxidable. La temperatura controlada, entre 15 y 18°C, asegura la preservación de los delicados aromas varietales.
Después, el vino madura de 2 a 4 meses en barrica de roble francés. Este reposo, si bien relativamente corto, es crucial. Gracias a esto, permite al vino ganar complejidad, aportando sutiles notas tostadas y una textura más untuosa. Sin embargo, no enmascara la fruta característica de la Garnacha Blanca. En esta etapa, el vino adquiere la vivacidad y estructura equilibrada que lo distinguen.
Nota de cata
Al observar el Care Garnacha Blanca Nativa, destaca su brillante color amarillo pajizo. Tiene reflejos acerados y verdosos, con un aspecto cristalino que anticipa su frescura. En nariz, el vino es intensamente aromático. De hecho, ofrece un amplio abanico de carácter floral, evocando flores blancas y aromas balsámicos.
Se perciben matices de hierbas aromáticas y notas cítricas que aportan vivacidad. Asimismo, se distinguen delicadas notas de frutas maduras y exóticas. Estas, a su vez, se entrelazan con las sutiles aportaciones de su crianza en barrica. El resultado es un aroma complejo y equilibrado que invita a probarlo.
En boca, es pleno, perfumado y suave al discurrir. Deja una agradable sensación grasa que recubre el paladar. Además, muestra una vivacidad y estructura equilibradas, siendo un vino con cuerpo pero ágil. El posgusto es muy largo y elegante, combinando potencia y delicadeza. Finalmente, su acidez está bien integrada, confiriéndole una frescura excepcional.
Temperatura de consumo
Se recomienda servir a una temperatura entre 7-9ºC.
